domingo, 24 de agosto de 2014

El paroxismo del mañana

Todos somos vulnerables, pero muchos no sabemos a que. No tenemos miedos, tampoco temblores, no tenemos alma ni vemos colores, vivimos en la intemporalidad de un atrezo gris. Sabemos que amamos y que odiamos, pero a veces no, somos unos apáticos selectivos, somos cadáveres andantes. Vivimos respirando y nada más, intoxicándonos, con múltiples y diversos venenos: alcohol, tabaco, estupefacientes, amor... Solo sabemos que andamos buscando algo, muchas veces sin saber qué, pero sabemos que hay un objetivo que algún día descubriremos, seguimos una senda buscando el destino para el que fuimos concebidos, somos seres finitos que saben que caducarán, somos hojas que tarde o temprano se marchitarán... No tenemos miedo de morir, solo de envejecer, y puesto que sabemos que esto sucederá me suicido un poco mas rápido que la mayoría abrazando los extremos de la realidad, por que en esta vida prefiero morir viviendo que vivir muriendo.