miércoles, 30 de marzo de 2016

El paralogismo de la existencia

No conozco la razón de mi existencia. Temo no encontrar jamás respuesta a este paradigma más allá del azar, temo encontrarla y perderme ante su dictamen.
Quizás la vida, como otros muchos sucesos, solo tiene el sentido que uno mismo quiere o incluso necesita darle para sentirse parte de una existencia que ni entiende, la vida como última y única pregunta, como incógnita que no logramos descifrar, como cumbre inalcanzable.
Solo el tiempo nos dará una interpretación, errónea y ególatra, un instinto de supervivencia involucionado que nos permita sobrevivir a nuestros demonios, una verdad de Nietzsche, una mentira, una excusa para justificar nuestros latidos, unas alas para disfrutar la caída en el abismo de la vida.

martes, 29 de marzo de 2016

El hermetismo de las tinieblas

Muere en vida y renace, aíslate, crece, aprende, experimenta. Usa la oscuridad más densa de tu alma, destílala y bébela cual sagrada hidromiel, descorcha una botella y brinda con tu soledad, solo ella posee paladar para tan exquisita amargura, imprégnate de ella y se libre, libre para ser lo que quieras ser, libre de ser lo que esperan de ti, libre de ser lo que esperas de ti, libre para ser nada o todo, libre para ser ambas y ninguna, libre de ser libre.

Fotosíntesis

Bajo el Sol me fundo, y en él nazco y muero, como pez que en río apresado vive, viviendo su vida en preciosa deriva, perro que ladra y no muerde, la mano imberbe de mi amo el Sol, imparcial dios de un absurdo mundo, niaiserie forjado en el seno de mi amado desequilibrio.

Acluofília

Vivo en el clímax de mi enajenación, batalla de cigarras luchando por ser la más ensordecedora, la mejor, batalla de irritantes vociferíos, purgatorio sonoro en mi obtusa mente, ente demente, transfigurado, guerra perdida aunque sus batallas sigan.
Ante mis ensordecedores demonios no hay conciencia rival, no hay nada ni nadie que pueda asustarlos, nada ni nadie que logre domarlos, nada ni nadie que pueda amarlos... excepto yo. Como dijo el dios lírico Cioran "en las cimas de la desesperación nadie tiene ya derecho a dormir"; egos que no descansan, vidas que se consumen, cimientos que se corroen, esta es la vida de mi no-vida, la paradoja de mi megalomanía decrépita y olvidada.