¿Y si jamás vuelvo a amar igual? ¿Y si
jamás vuelvo a amar? No creo que nunca más pueda amar tanto como amé,
no creo que pueda idolatrar nunca más a alguien, mi diosa me
traicionó, mi propia fe fue mi tumba. Jamás podré arriesgar tanto de
nuevo, jamás me expondré de la misma forma. ¿Pagarán pues inocentes
por pecadores? Es posible, es probable. Quizás nunca debí confiar,
quizás nunca debí sucumbir al amor y sus desdichas, me hallé abrumado
por una felicidad vulnerable, una tormenta de sonrisas y llantos, una
eopeya de final dramático. Habría cruzado mares, y montañas, y
cielos por ti, habría renunciado a todo, incluso a mi mismo por ti,
habría olvidado ser yo para ser nosotros, habría dejado de lado el
mundo entero y sus misterios. Curiosa forma tiene la vida de
aleccionarnos, curiosa y cruel, más cruel que curiosa, quizás solo
cruel. De todo se aprende suelen decir, y ¿Quién ha dicho que yo
quisiera aprender? Yo solo quería ser un estúpido feliz, que mi
inocencia fuera mi virtud mas luminosa, que mi confianza fuera mi
dádiva y no mi cruz. Y sigo aquí, cabeza alta, pecho erguido, alma
rota. ¿Podré algún día olvidar? ¿Podré al menos ser indiferente? Lo
dudo. Será una llaga abierta en mi mente por siempre, será una herida
que jamás cicatrizará del todo, será una enfermedad incurable, seré un adicto crónico a los paliativos. No habrá princesas, ni reinas, ni
diosas, no habrá amor, felicidad ni ilusión. Tendré una vida agria,
una existencia amarga, nunca creeré de nuevo en la felicidad, no
al menos acompañado. No hay belleza en la dependencia, solo el dolor
posee esa pureza macabra. Mi orgullo no me dejará caer, tampoco
levantarme, estaré desfalleciendo eternamente sin siquiera rozar el
polvo de la desesperación, y esa será mi mayor desesperación,
permanecer en un limbo anímico de paredes inexistentes. Nunca volveré
a compartir lecho con su dermis, no reinaré en los palacios pupilares
de sus vítreos soles de ébano, ni sus suspiros serán brisa en mi pelo
desaliñado, no rozaré su pelo en cascadas de desesperantes caricias
elaboradas ni su vida será mi obra maestra. Solo antaño, solo
los recuerdos, solo el pasado dará pie a sonrisas y suspiros, a
lágrimas y noches en vela. Nunca seremos dos de nuevo, jamás volveré a ser yo mismo.
-Mezcla de anatomía y de éxtasis, apoteosis de lo insoluble, alimento ideal para la bulimia de la decepción, el Amor nos conduce hacia hampas de gloria. (Ciorán)