sábado, 24 de agosto de 2013

Vértigo nocturno


Una despedida sorda,
un sollozo que se escapa,
un suspiro que lo alcanza,
una carrera sin meta.

Una lágrima que se desliza,
una risa sin alegría,
un frió que reconforta,
una cama que me entiende.

Una vida que ya no es vida,
un futuro de cianuro,
un palacio de lamentos,
y un tormento sin sus labios.

Un aroma destilado,
del amor y del pasado,
un recuerdo ya ajado,
por el odio y el engaño.

Un futuro rubicundo,
solo existe en otro mundo,
este ya solo prisión, 
de mi alma y corazón.


-Sueño a veces con un amor lejano y vaporoso como la esquizofrenia de un perfume... (Cioran)

viernes, 23 de agosto de 2013

Noches de insomnio

¿Y si jamás vuelvo a amar igual? ¿Y si jamás vuelvo a amar? No creo que nunca más pueda amar tanto como amé, no creo que pueda idolatrar nunca más a alguien, mi diosa me traicionó, mi propia fe fue mi tumba. Jamás podré arriesgar tanto de nuevo, jamás me expondré de la misma forma. ¿Pagarán pues inocentes por pecadores? Es posible, es probable. Quizás nunca debí confiar, quizás nunca debí sucumbir al amor y sus desdichas, me hallé abrumado por una felicidad vulnerable, una tormenta de sonrisas y llantos, una eopeya de final dramático. Habría cruzado mares, y montañas, y cielos por ti, habría renunciado a todo, incluso a mi mismo por ti, habría olvidado ser yo para ser nosotros, habría dejado de lado el mundo entero y sus misterios. Curiosa forma tiene la vida de aleccionarnos, curiosa y cruel, más cruel que curiosa, quizás solo cruel. De todo se aprende suelen decir, y ¿Quién ha dicho que yo quisiera aprender? Yo solo quería ser un estúpido feliz, que mi inocencia fuera mi virtud mas luminosa, que mi confianza fuera mi dádiva y no mi cruz. Y sigo aquí, cabeza alta, pecho erguido, alma rota. ¿Podré algún día olvidar? ¿Podré al menos ser indiferente? Lo dudo. Será una llaga abierta en mi mente por siempre, será una herida que jamás cicatrizará del todo, será una enfermedad incurable, seré un adicto crónico a los paliativos. No habrá princesas, ni reinas, ni diosas, no habrá amor, felicidad ni ilusión. Tendré una vida agria, una existencia amarga, nunca creeré de nuevo en la felicidad, no al menos acompañado. No hay belleza en la dependencia, solo el dolor posee esa pureza macabra. Mi orgullo no me dejará caer, tampoco levantarme, estaré desfalleciendo eternamente sin siquiera rozar el polvo de la desesperación, y esa será mi mayor desesperación, permanecer en un limbo anímico de paredes inexistentes. Nunca volveré a compartir lecho con su dermis, no reinaré en los palacios pupilares de sus vítreos soles de ébano, ni sus suspiros serán brisa en mi pelo desaliñado, no rozaré su pelo en cascadas de desesperantes caricias elaboradas ni su vida será mi obra maestra. Solo antaño, solo los recuerdos, solo el pasado dará pie a sonrisas y suspiros, a lágrimas y noches en vela. Nunca seremos dos de nuevo, jamás volveré a ser yo mismo. 


-Mezcla de anatomía y de éxtasis, apoteosis de lo insoluble, alimento ideal para la bulimia de la decepción, el Amor nos conduce hacia hampas de gloria. (Ciorán)